CARLOS CAÑADAS

Sometimes thinking something leads to nothing (3monos), 2021. 

Fotocopias. Vídeo 3’ 17”. 20 folios A4. Dimensiones Variables. 300 x 200 cm conjunto aprox.

carlosasga@correo.ugr.es  

https://www.instagram.com/carlos.asga/

facba.info/facba-21-carlos-canadas/

laempirica.blogspot.com/2019/12/inauguracion-de-la-mala-fe-de-carlos.html






Vídeo 3’ 17”. Sometimes thinking something leads to nothing (3monos), 2021. 
Enlace:


STATEMENT:

Gobernar el mundo por medio de la acción me parece que no puede conseguirse

(Lao-Tse)

Sometimes thinking something leads to nothing (3monos), es una instalación compuesta por 20 fotocopias en blanco y negro y un vídeo en el que se secuencia una acción; cada hoja de papel contiene 60 repeticiones en las que se reproducen los gestos característicos de los tres monos sabios, iconografía oriental ampliamente extendida en la cultura popular occidental: no veo, no escucho, no hablo. Hoy día esta imagen ha sido reproducida de manera masiva en diferentes productos comerciales, en las diferentes culturas en las que originalmente aparece han sido interpretados de diferentes formas (Ohnuki-Tierney, 1987)1.

            El mundo es un vaso espiritual que no puede manipularse.

            Toda manipulación conduce al fracaso,

            Y todo dominio conduce a la pérdida.

            (Capítulo 29, Tao Te Ching)

La repetición es aquel mecanismo por el cual lo sagrado se hace profano, (y cualquier acción repetida un suficiente número de veces convierte un gesto trivial en una acción sagrada), llegará el momento en el que todo lo sólido se desvanecerá en el aire y sólo quedará el llanto, esto se hará un mantra, (me han dicho que todo, la materia, el tiempo y el espacio se desvanece al observarlos con verdadera atención : “entendemos el mundo en su devenir, no en su ser”… las propias “cosas” no son: acontecen; un acontecer difuso, disperso, desordenado en el que todo se disuelve), ha de tenerse en cuenta además que todo mal proviene de hablar en este tiempo verbal: futuro. El trabajo mecánico será en este momento la única salvación (Arbeit macht frei), lo mecánico, sujeto a una ley de causa y efecto más o menos predecible, será un ancla. Estamos como encallecidos o quisimos estarlo, no debimos buscar algo así, la pretensión de encontrar algo ya fue en sí misma el primer error, mapear el inconsciente me parece que no puede conseguirse. Los símbolos de lo sagrado siempre aluden a cosas divinas y la estupidez tendría que ver con no querer ver, no querer oír, la idiotez con no querer decir, allí donde parece haber un acuerdo tácito mediante el cual se establece que hay lugares (tiempos) en los que no se puede hablar; hace mucho daño no tener claridad, si hay que hacer un mapa sería este, entonces pensemos que hay niveles, hay círculos, - y si la evolución de la consciencia fuera también una trampa, ¿a dónde ir? - empieza uno por el primer círculo, ¿fue el limbo? Quizás ascendimos y se estaba mejor en el fondo, quizás el noveno círculo fue también un limbo y el primero una traición, caída libre, no hay abajo y no hay arriba, el problema es finalmente la etiqueta. Entonces el abajo fue arriba y cavamos hacia el cielo, nunca debimos subir allí, bajar. Estamos descubriendo la gran bestia, la mente, es “lo que no debería”, “lo que no quería”. Esta es una forma de ver las cosas basada en el principio de violencia contra sí mismo. Violencia interna. El afuera es el cielo. Se rompió el equilibrio, no se puede: eliminar la propiedad, eliminar la razón. El dominio violento está en cada uno de nosotros, domesticados; la gran bestia y la capacidad de dormir, el miedo a dormir. ¿Cómo tocar tierra? Anhelo la tierra (no lo hice, pero debiera haberlo hecho). Tocar tierra, no se mueve. Toca la tierra, piensa en el ciprés. No hay metáfora, eso lo repito. Peligro, no hay coincidencias, peligro, no creer esto. Peligro: consciencia. ¿Se da cuenta la gente de lo que pasa? No se da cuenta, cuenta hasta 10 y vuelve. Hubo un eclipse, aún no se ha retirado la luna, espero, espero, espero. No moverse, cuidado: Hay un interior, lo veo como un lago negro, agua negra, sin luna, en el agua hay algo, cosas claras, cosas blandas, ¿y si fueran babosas?, meter la mano en el agua, es mejor no hacerlo. Es mejor subir al poste de la luz sumergido, asoma una parte a la que sería mejor agarrarse, nunca lo hemos tocado, pero lo vimos, sería mejor haber permanecido allí. En principio lo veo de esta manera. ¿Qué ha pasado? Esta pieza, compuesta por 1200 intentos, es una obra escrita en pretérito imperfecto, no. La respuesta es una estupidez pero es la única respuesta posible. Muy romántico todo, eso es peligroso, es además muy posiblemente idiota, al menos debido al desconocimiento, pero hubo cosas que sí conocimos, lo sé, en cualquier caso llegados a este punto parece conveniente rechazar la filosofía y rechazar la poesía, también andar lento o andar rápido, esto depende del usuario. Se piensa haciendo y se hace sin pensar, lo que no debe hacerse es sólo pensar. Escribir como un ejercicio de anti-comunicación. Cuando se escribe de verdad lo leen solo unas pocas personas, más de una siempre, pero no muchas más, tanto la escritura como su lectura es además un acontecimiento, y como tal sujeto, a un tiempo determinado, atrévete, idiota, a releerlo. Se habría “corrido el riesgo de perder un pie si se hubiera intentado responder con palabras. Una vez que se ha pronunciado algo se pierde la pista”(p.36 100 koans) He escuchado que en el centro está el sentido común. No es verdad, no hay centro, no hay centro, atrévete a buscarlo y ahógate, ya te dije que verías babosas.

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Ohnuki-Tierney, E. (1987). The Monkey as Mirror. Princeton University Press  



BIO
Carlos Cañadas 
(Huéscar, 1998) 

Graduado en Bellas Artes por la Universidad de Granada, actualmente cursando el Máster de Producción e Investigación en Arte de la misma universidad.
Especialmente interesado en la producción artística entendida como búsqueda de una forma de estar en el mundo, su trabajo se desarrolla desde una óptica poética en la que se trata de manera constante de buscar un sentido último en el que apoyarse, desarrollo de cartografías por las que transitar y quizás conseguir el infantil anhelo de una verdad absoluta. Parte de la incorporación de acciones y prácticas no artísticas al proceso de reflexión estética. Diferentes situaciones prosaicas o lúdicas son tomadas principalmente de la infancia del artista con el objetivo de indagar en las posibilidades tanto plásticas como discursivas de las mismas. Utilizando la fotografía, el dibujo y el audiovisual, se plantean todas estas cuestiones en trabajos de carácter objetual y especulativo, desembocando en el late motiv de su investigación: el no hacer como práctica artística.